He escuchado muchas historias y maneras de referirse a ellos, les llaman cuentos cantores, cuencos tibetanos, cuencos de nepal, cuencos de la India, cuencos de 7 metales, etc…

La procedencia de los cuencos de bronce es principalmente de la zonas de Nepal, India, Bután y Bangladesh, por lo que llamarlos “Cuencos del Himalaya”, es de las más acertadas.

Son campanas invertidas hechas de bronce, por grupos de 6 personas ya que para su elaboración se requiere que por horas sean martillados a mano, fundir a altas temperaturas y enfriar hasta que van dando la forma. Luego pasa al proceso de detallado, limpieza y pulido, enfriarlo en agua, percutirlo en algún momento hasta llegar a un sonido agradable.

El sonido y frecuencia vibratoria que emitirá es descubierto hasta que se termina de martillar. Los pequeños producen sonidos más delicados mientras que los cuencos más grandes emiten sonidos profundos y es más probable que perdure más.

Para producir el sonido hay 2 formas, por fricción o percusión con baqueta o mazo. Cada método y material emite sonidos diferentes.

Hablando del metal, los vendedores a menudo dicen que son de 7 metales. Se cree que el origen de hacer referencia a esta composición es por un texto hermético encontrado en Holanda que habla de los 7 metales correspondientes a 7 planetas y que eso crea una energía especial.
Básicamente son 80% bronce, 20% Cobre y Estaño. Si se cree que la calidad del bronce de la zonas de Himalaya es buena y es lo que logra generar esos sonidos.

Si alguien tiene la fórmula de la combinación de los 7 metales que me lo explique, no he encontrado información que diga que esto es posible. Por lo tanto, los que se basan mencionar esa aleación para vender, están mal informados, o te quiere engañar.

El origen de la fabricación de los cuencos se dió para uso doméstico. Se les obsequiaban a las mujeres que se iban a casar ya que en toda esa zona ellas son consideradas las sanadoras de la familia, el uso original era para preparar las mezclas de hierbas y alimentos para el alivio de los de su casa.

El primer registro que se tiene del uso de los cuencos de bronce como cuencos cantores es por el lanzamiento de un LP a inicios de los años 70’s. Henry Wolff y Nancy Hennings grabaron lo que se considera el primer LP del género New Age llamado Campanas Tibetanas y en las imágenes del disco se veían monjes tibetanos, de ahí a que se les empezara a llamar Cuencos Tibetanos.

Mitch Nür, quedó cautivado con el sonido del disco y se fue a buscar los instrumentos a la zona del Tibet, por más de 9 meses recorrió iglesias y templos preguntando por los cuencos tibetanos y nadie le sabía dar referencia, no entendían de que hablaba. Hasta que alguien le sugirió ir a una pequeña aldea y en una tienda encontró un cuenco de bronce, al golpearlo con el puño descubrió que era el sonido que buscaba.

Cada cuenco es único, esto es debido sus características; sonido, forma, peso, y tamaño.